La ansiedad es la hija de la incertidumbre, ¿lo había pensado alguna vez? Si Ud. es argentino no se lo tengo que contar en detalle, lo sabe muy bien, sin embargo, definitivamente es técnicamente así, la incertidumbre es la madre de la ansiedad. incertidumbre
¿Qué significa esto? Pues que cada pregunta que no se puede responder de manera precisa, genera dos o más respuestas posibles y las consecuencias de ellas, a su vez, vuelven a ser tantas como posibles y por lo tanto se multiplican. Piénselo, ante cualquier pregunta usted tiene tres posibilidades, si, no, tal vez. A su vez cada una de ellas o cierra el tema y todo está tranquilo o abre otras dos o tres posibilidades, y estas a su vez generan otras. ¿Se va dando cuenta? El sistema cognitivo queda atrapado ante tanta información y comienza a tambalear. Una forma en que se percibe este tambalear cognitivo es la ansiedad. Sentida en la agitación mental o corporal, va expresándose entre una leve inquietud hasta un ataque de pánico.
La incertidumbre nos da frescura y aventura, movimiento a la vida. Siempre y cuando claro, sea un monto asimilable, sino quedaremos paralizados. Cuando no hay incertidumbre puede haber aburrimiento, tedio, cierto cansancio de más de lo mismo, pero si todo es cambio e incertidumbre quedaremos atrapados en una ola que nos terminará revolcando en la arena del miedo.
No podemos vivir con incertidumbre sin pagar un precio. El mundo lo paga, Argentina exagera. En los países pobres no hay incertidumbre pues está todo paralizado, podría haber más bien depresión o apatía por falta de proyectos, pero nunca ansiedad en el sentido que la conocemos aquí. En los países donde están las cosas mas ordenadas, por ejemplo los nórdicos, hay baja ansiedad sin dudas. Sin embargo en un país como el nuestro donde las cosas son posibles de hacer, es decir hay proyectos posibles, pero luego ellos dependen de situaciones ajenas a quien realiza el proyecto, la ansiedad manda y arrecia.
Cuando inicio un proyecto, no solo debo lidiar con la incertidumbre de mi propio trabajo y sus resultados sino en que no haya problemas económicos devenidos de malos manejos administrativos a nivel gubernamental que den por tierra aún proyectos buenos.
Súmele a este problema, los otros con los que lidiamos a diario sobre incertidumbre por inseguridad ciudadana por ejemplo. Cumplimiento de horarios o salida de transportes que de pronto se quedan varados en una estación o aeropuerto y siga sumando, entenderán por qué la Argentina tiene récord de automedicación con ansiolíticos.
Un país donde arrecia la ansiedad y sus diversas caracterizaciones clínicas que devienen de un contexto altamente incierto. Argentina es un país donde podemos comprobar de qué manera la incertidumbre es la madre de la ansiedad.
Ahora, si vamos a la vida privada se pone en juego otros factores y de esos vamos a hablar ahora.
Si soy una persona insegura, más incertidumbre tengo de los resultados de mis acciones y más ansiedad tengo por lo tanto. Si estoy en una relación que no es clara, más incertidumbre tengo sobre que está en juego aquí. ¿Me aman? ¿Es estable esta relación? ¿Durará? Es decir, poca claridad, más incertidumbre, y ansiedad.
Como se ve, cuando por razones personales o interpersonales más incertidumbre tengo, pues más ansiedad sufro y cuando más vulnerable soy, más aun sufriré y si tengo rasgos de ansiedad ya genéticamente establecidas pues puedo desarrollar trastornos de ansiedad que son, de paso sea dicho, los más comunes de encontrar en la práctica psicoterapéutica de estos tiempos.
Por lo tanto, si quiere vivir mejor, no se informe tanto de lo que no podrá manejar, busque relaciones claras, trabaje su autoestima y es probable que se sienta más seguro para enfrentar estas vulnerabilidades que nos hacen daño. Si es difícil hacerlo aprenda a respirar, medite, calme la mente e intente drenar todo eso que carga a diario. Dese tiempo para ir pudiendo salir de lo que le atrapa.
No es posible escapar a la ansiedad y no es bueno hacerlo, hay que tener grados de incertidumbre pues implica que estamos vivos y nos animamos a cosas nuevas y a riesgos posibles, sin embargo, cuidado, este mismo motor cuando anda muy rápido y cuando no para nos puede llevar al antimotor del burn out o la depresión. Haga, disfrute y calibre las cosas, que de todo un poco es como mejor se vive.
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