Bulimia (parte II)

La Bulimia, “Se caracteriza por episodios de atracones, seguidos por conductas calibradoras. Puede ser purgativas, tales como vómitos inducidos y uso de laxantes o diuréticos, en el caso de la bulimia purgativa o actividad intensa y ayuno en la del tipo no purgativo. Los síntomas bulímicos pueden ser parte del síndrome de la anorexia nerviosa. Los bulímicos tratan de restringir, calibrar lo ingerido en sus atracones de alimentos por un camino que los lleva a impulsos físicos y psicológicos. El atracón está ligado a la restricción alimentaria progresiva que se vuelve de pronto insostenible y la persona termina comiendo compulsivamente. Tras esto hay un proceso de restricción, como medida compensatoria” Las complicaciones físicas incluyen daños en los dientes, irritación de la tráquea, inflamaciones esofágicas, rupturas y lesiones en los labios, ruptura de los vasos sanguíneos de la cara y callosidades en los dedos que son colocados en la boca para provocar el vómito.( SIGNO DE RUSSELL)
“La deficiencia de funciones cardíacas son parte del resultado del descenso de peso, desnutrición, actividad purgativa, consecuencias de anemias y problemas electrolíticos por la carencia de nutrientes de la restricción alimentaria o el abuso de laxantes o vómitos, durante mucho tiempo.

Las mujeres pueden también, a causa de estas irregularidades en la alimentación, tener pérdida de menstruación que deriva en la pérdida de masa ósea no recuperable. Por otro lado, la desnutrición genera efectos al nivel de crecimiento, por ello las adolescentes que tienen trastornos en la alimentación para verse delgadas están afectando al desarrollo natural del crecimiento”.
Los bulímicos están habitualmente cerca del peso normal pero tienen miedo de ganarlo. A diferencia de los anoréxicos, son más propensos a padecer problemas en la regulación emocional y conductual, mayor incapacidad a tolerar la frustración, padecer serios trastornos de los impulsos e intentan aliviar su sensación con el “llenado” y el “purgado”. En oposición a los anoréxicos, los bulímicos tienden a tener mayor dificultad en el control de los impulsos.

Una de las principales características psicológicas, durante la fase sintomática, es el sentimiento de culpabilidad después del ciclo de atracones y vómitos, por lo que se hacen, en general, en secreto.
Los individuos bulímicos comen compulsivamente, luego, para escapar del doloroso problema de ganar peso y ante la vergüenza de no poder controlar su conducta eliminan el alimento antes de que sea absorbido por el cuerpo, aunque esto no es por cierto efectivo un 100%.

El tratamiento de la bulimia es similar al de la recuperación del anoréxico y el tratamiento psicológico debe estar orientado a desarrollar la capacidad para aceptar la configuración del cuerpo para dejar de vomitar o de purgarse y lograr que se adopte una dieta normal.