Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) muestran un exponencial crecimiento desde los años 80. En la actualidad, hay mujeres principalmente entre 12 y 50 años que los sufren. Son patologías de alto riesgo debido a las descompensaciones que puede generar, los problemas asociados al crecimiento y desarrollo como así también a su índice de mortalidad.
Consisten en una obsesión compulsiva con el cuerpo que deviene en una alimentación anormal, que genera un impacto a nivel biológico que dispara el trastorno. Es por lo tanto, un trastorno psicológico que se hace alimentario y físico. Debe ser tratado de manera temprana y especializada para mejores y más breves resultados.
Nuestra sociedad se ha vuelto tan proclive a las conductas de dieta que se hace difícil diferenciar cuándo un hijo/adolescente está en un camino sano al de uno patológico. A tal punto, que la consulta tiende a prolongarse hasta momentos más difíciles del trastorno.
La consulta pediátrica o especializada si hay sospechas, se vuelve estratégicamente necesaria.
Destinatarios
Es un tratamiento para los desordenes alimentarios típicos y de más reciente aparición (anorexia y bulimia nerviosa, trastorno por atracón, ortorexia, vigorexia).
Algunas de estas patologías pueden ser detectadas por quienes la sufren, como es el caso de la bulimia y el trastorno por atracón. En cambio la anorexia, vigorexia y ortorexia no son tan perceptibles para quien la sufre siendo la familia la que detecta que hay un problema.
¿Por qué elegirnos?
Nuestro tratamiento:
- Se basa en 30 años de experiencia con un modelo de trabajo surgido a lo largo de este período;
- Nuestro Director es reconocido nacional e internacionalmente, es miembro fellow de la Academy For Eating Disorders y ha sido premiado en 2004 por dicha organización gracias a sus aportes al campo;
- Es una integración de diferentes abordajes (terapia familiar, grupal, individual, psicoeducación alimentaria, psicofarmacología, acompañamiento terapéutico) que se desarrollan en etapas para confrontar exitosamente tanto los síntomas del problema, como sus consecuencias y raíces;
- Un equipo interdisciplinario trabajando de manera integrada bajo un mismo espacio, permite un seguimiento adecuado de estas patologías de difícil manejo, con riesgo de vida y crisis severas.