El autismo pertenece a una condición que tiene un gran componente tanto genético como ambiental. Se denomina como espectro por la gran heterogeneidad que hay con respecto a la forma de manifestarse en cada persona, pudiendo presentar perfiles ampliamente distintos, casi contrarios entre las personas que pertenezcan a él.
La gran importancia de lograr una atención temprana está en poder iniciar un tratamiento que minimice el impacto que las limitaciones propias de la condición pueden implicarle a la persona, permitiendo a su vez iniciar un proceso de autoconocimiento en cuanto a las particularidades propias que cada persona irá identificando para poder desarrollar herramientas de cuidado y autorregulación.
La detección temprana tendrá un mayor impacto en cuanto a un mejor pronóstico dentro de los primeros 5 años de vida del sujeto, pero no quita que un diagnóstico posterior no ayude a la persona. La falta de un diagnóstico puede impactar fuertemente en la persona adulta, aumentando las probabilidades de desarrollar cuadros de depresión, ansiedad, consumo de sustancias, entre otras cuestiones.
El diagnóstico, por más que sea tardío, ayuda a la persona en muchos aspectos. En principio, a resignificar su vida, logrando entender lo que quizás lleva una vida entera cuestionándose, reconstruyendo de cierto modo su identidad en base a esto y permitiéndole desarrollar herramientas de apoyo, de autorregulación que le permitan mejorar su calidad de vida, sus vínculos y su desempeño en diversas áreas en las que se maneja.
En Clínica de Familia ofrecemos:
A continuación te dejamos un test a modo de screening que no tiene valor diagnóstico pero puede orientarte en caso de sospecha de autismo para coordinar una sesión de consulta.
Para adolescentes:
http//espectroautista.info/AQA-es.html
Para adultos:
http://espectroautista.info/AAA-es.html